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Gracias a Dios, el fin de semana del 11, 12 y 13 de mayo, un grupo de 11 jóvenes, mujeres y hombres, entre 18 y 29 años provenientes de diferentes parroquias y comunidades de la Arquidiócesis de Santiago respondieron a la invitación de pasar un fin de semana en oración y silencio para encontrarse con la persona de Jesucristo.

Siguiendo la metodología que vivió San Ignacio, estos jóvenes pudieron adentrarse en su historia de vida desde la mirada amorosa de Dios.

El primer signo, la “tierra sagrada” el propio corazón, en ese corazón donde Dios decide “acampar” y volcar la mirada hacia el interior, más allá de sólo mirar sino de poder ver, como lo hace Jesús, ir al corazón. En otra meditación, reconocer cómo este Dios de amor, ha estado presente en sus vidas, cómo lo sigue estando y cómo lo estará siempre. Reconocer su llamado, y la invitación a responderle con generosidad.

Admirable fue la actitud y disposición de todos los jóvenes en los ejercicios. Y más admirable aún la respuesta de Dios hacia ellos.

Agradecemos al Señor poder haber sido testigos de este encuentro entre Dios y los jóvenes que fueron invitados a una vida más plena.

Angélica Molina, ov

Fuente: Pastoral Vocacional - VEJ

 Ejercicios Ignacianos para jóvenes