Todo comenzó con una eucaristía presidida por el Padre Francisco Romo, para agradecer y para reflexionar lo que dejó este año de formación.
Allí, cada uno de los animadores recordó el llamado a la evangelización y a animar la esperanza cuando le dijeron si al Señor y como en comunidades, fueron creciendo y formándose, generando aprendizajes y adquiriendo herramientas para acompañar a los demás jóvenes de sus parroquias y capillas.
Para Andrea Silva, encargada de formación de la Pastoral Juvenil de la Zona Oeste, en esta actividad los jóvenes, “se descubrieron como creación de amor y con libertad para amar, hasta observarse a sí mismos como protagonistas de los cambios en la sociedad, siendo enviados a Animar la Esperanza”.
Asimismo, agregó que en la ocasión, “se agradeció por el servicio que presta cada uno de los formadores para llevar a cabo este proceso y se les hizo un envío renovando su compromiso de servicio en este proceso y en otras instancias en que están llamados a servir”.
Finalmente, llegó el momento de la certificación por comunidad y el testimonio de dos animadores, quienes se mostraron muy agradecidos y renovados en la fe para seguir animando a otros jóvenes a encontrarse con Cristo.
Fuente: Comunicaciones Santiago
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