Los jóvenes participantes, por medio de actividades y celebraciones litúrgicas, compartieron la vida, rezaron y se formaron, en el encuentro desarrollado a principios de octubre.
“Para todos fue un gran proceso y están dispuestos a llevar todo lo aprendido a sus comunidades para poder mostrar de mejor forma al Señor a todos aquellos que no lo conocen”, expresó Camilo Orellana, encargado zonal de Formación.
Al concluir la jornada, los Animadores de la Esperanza dieron una sorpresiva muestra de agradecimiento a los formadores de toda la etapa. “Cuando ya solo esperábamos el bus para regresar a nuestra vicaria, vendaron a los formadores que trabajaron con ellos a lo largo de las 4 jornadas y los llevaron al patio para darles un fuerte y cerrado aplauso”, comentó.
Fuente: Comunicaciones Iglesia de Santiago
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